Dijiste: Hola, ¿Cómo te llamas?
Me miraste y desde entonces ya no soy la misma, me robaste el corazón y eres el único culpable.
Así que por eso sonrío. Fue solo un momento y desde el primer día lo he sentido todo tan bien. Y ahora estas girando a mi alrededor y derepente eres todo lo que necesito... La razón por la que sonrío.
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